En 2018 todos los ciclistas profesionales estarán obligados a capacitarse en educación antidopaje.

El Secretario Nacional de Deporte, Fernando Cáceres, informó que a partir del 2 de enero de 2018, todo ciclista deberá acreditar su participación en cursos de educación antidopaje para poder competir.

A su vez, se presentó ante una rueda de prensa un trabajo realizado entre el Comité Olímpico Uruguayo y el Centro Médico de la Secretaría Nacional del Deporte que analizó datos del dopaje en Uruguay, a partir de los que se resolvieron acciones concretas. Desde 2016, el 30 % de las muestras tomadas a ciclistas, dentro y fuera de competencia, evidenciaron resultados adversos.

Las principales sustancias encontradas son EPO, hormonas peptídicas y diuréticos, químicos utilizados con asesoramiento de profesionales, así como suplementos. Según se observó, fue muy bajo el número de consultas al Comité de Educación de la Organización Nacional Antidopaje del Uruguay. Otro dato resaltado es que el ciclismo es el deporte en el que más sustancias se declaran para efectuar el dopaje.

Todas las sustancias detectadas pueden definirse como no específicas, por apuntar claramente al dopaje, o específicas, si responden a un tratamiento médico. Todas están prohibidas por el Código Mundial Antidopaje, que es la norma de referencia utilizada, por lo cual, en el caso de uso de sustancias no específicas se aplica una sanción de cuatro años de inhabilitación para el deportista. En el uso de detección de sustancias específicas, la sanción es de dos años.

El plan de trabajo impuesto desde la Organización Nacional Antidopaje, la Federación Ciclista Uruguaya y la Secretaría Nacional del Deporte (SND), se aplicará a partir del 2 de enero de 2018, una norma que consistirá en un programa educativo con asistencia obligatoria de los deportistas, entrega de material e implementación de un sitio web para que los ciclistas y demás deportistas puedan informarse.

Asimismo, se exigirá información sobre el paradero de los ciclistas y de los delegados, según requisito internacional. Además se llevará adelante un programa de controles fuera de competencia. En caso de pérdida de información respecto al paradero de los deportistas se procederá según la normativa vigente, que prevé sanciones.

“Luchamos contra el dopaje porque pervierte y atenta contra los valores del juego limpio y del resultado sano y transparente de la competencia deportiva y porque atenta directamente contra la salud de los deportista”, dijo Cáceres.

Asimismo, mencionó que existe una red criminal detrás de los deportes, una industria del delito que trabaja con laboratorios y tecnología de última generación, profesionales altamente calificados y muchísimo dinero. “Queremos que el deportista cuente con la información necesaria, ya que, por ser el último eslabón de la cadena, es el más vulnerable”, agregó.

Además valoró que “reconocer la realidad y contar con la actitud positiva de la Federación Ciclista es clave” y aclaró que la intención es fortalecer el juego limpio y la salud de los deportistas.