Bruno Cetraro, integrante del doble par ligero que logró la sexta posición en los Juegos Olímpicos de Tokio, se tomó unos días de descanso luego de regresar a Uruguay y aprovechó para visitar a sus compañeros y amigos del Montevideo Rowing Club.

Dicho deportista se refirió a este presente: “Estoy con un descanso activo, ya que realizo determinados ejercicios físicos, a su vez, aproveché para visitar a mis amigos del Montevideo Rowing Club, ya que ellos siempre me apoyaron a la distancia, mientras me encontraba en Tokio. Por su parte, seguramente dentro de unos días concurriré al Lago Calcagno para salir al agua”.

Cetraro también se refirió a los aspectos positivos de su participación en los Juegos Olímpicos: “Todo fue positivo, llegamos a una final olímpica, ya que en el deporte del remo es muy difícil lograr esa instancia. Somos jóvenes, Felipe (Kluver) tiene 21 años y yo 23 mientras que la mejor edad para los deportistas del remo son entre 28 y 30 años, entonces, a nosotros nos falta bastante para llegar a esa edad y sin embargo, logramos en el presente competir con los mejores. Por lo tanto, podemos soñar en grande. A su vez, con Felipe hace apenas un año y medio que remamos juntos y recién esta fue nuestra segunda competencia internacional, la primera había sido la de los clasificatorios para Tokio. Por consiguiente, somos nuevos en el momento de competir juntos, pero logramos una gran experiencia. En los Juegos Olímpicos fuimos creciendo con el transcurso de las regatas. Por lo tanto, de cara a París 2024, debemos conseguir más competencias internacionales y en los entrenamientos estamos en el buen camino”.

Cetraro también mencionó los objetivos que llevaron a la dupla a los Juegos Olímpicos: “No nos achicamos, fuimos dispuesto a pelear de igual a igual y el principal objetivo fue clasificar entre los 12 mejores del mundo, por lo tanto, en ese sentido, lo logramos. Esa fue la propuesta que teníamos, ya que no somos profesionales, no nos pagan para competir, pero los entrenamientos los hacemos con amor y encaramos esos trabajos con un gran compromiso, con  espíritu profesional, le dedicamos 8 o más horas al día y además, cuando terminamos los trabajos nos cuidamos para respaldar los entrenamientos, como por ejemplo, descansar adecuadamente para recuperar del esfuerzo realizado. A su vez, tenemos que balancear el deporte con el estudio o el trabajo, ya que no vivimos del remo, pero sí para el remo. Entonces, se pone todo en el balance y se busca un equilibrio”.

Según se supo, en Tokio, Cetraro aprovechó a comer pescado: “La dieta es muy importante para cualquier deportista, en Tokio estuvo todo muy bien organizado en ese sentido. Por ejemplo, en Uruguay como poco pescado porque es muy caro, pero en Japón aproveché a incorporarlo a la dieta, ya que tiene propiedades muy buenas para el deporte”.

Bruno Cetraro tuvo un diálogo importante con uno de los integrantes del bote de Irlanda que logró la medalla de oro: “El último día hablé con un remero irlandés que fue rival nuestro y se consagrara campeón. Lo fui a felicitar y luego surgió un lindo diálogo. Me preguntó cómo habíamos tomado el sexto puesto y le respondí que esto fue histórico para Uruguay, ya que entrenamos en un lago de 1500 metros y nos pasamos dando vueltitas, entonces, se mostró sorprendido. Ellos están en otro mundo, me dijo que tienen su pista adecuada para los entrenamientos, además, compiten durante todo el año. Recorren prácticamente toda Europa. Además, cuentan con toda la infraestructura para entrenar con centros de alto rendimiento de última generación. El mismo bote que utilizan para competir, lo tienen para entrenar. Por consiguiente, están un paso arriba de nosotros”.

Por su parte, Bruno Cetraro aún no tiene definido si participará en la Primera Fecha del Circuito Nacional de Remo, que tendrá lugar el 15 de agosto en Santiago Vázquez: “Creo que estaré presente, tengo que consultar con la gente del Montevideo Rowing Club, para ver si concurrirán”.

El Montevideo Rowing Club aporta buena cantidad de remeros a las selecciones nacionales, sin embargo, al no tener salida al agua por las obras del ferrocarril, no aparecen nuevos deportistas: “Ese es un gran problema, somos siempre los mismos en el club, las obras que se realizan tienen detenido el surgimiento de chicos que se inclinen por este deporte y eso es muy peligroso para la evolución y recambio del remo”.